MANIFIESTO

En este primer número del año, Columna Izquierda se presenta oficialmente a ustedes como un espacio de reflexión social y política, desde una mirada académico – ideológica, que toma distancia de los discursos hegemónicos en los medios de comunicación y redes sociales. Nuestro objetivo es desarrollar un análisis crítico que ofrezca una visión integral del panorama social y político, así como claves que nos permitan construir escenarios e imaginar el futuro. 

¿Por qué Columna Izquierda?

Puede que muchos impugnen la idea de un espacio de reflexión crítica que se presenta abiertamente bajo un manto ideológico, pero esto no es casualidad y tampoco una decisión ingenua. La sociología nos indica que el conocimiento es una construcción social, anclado a un contexto histórico y social especifico, con normas y valores que varían de un sujeto a otro. Además, las discusiones sobre investigación en ciencias sociales evidencian la imposibilidad de la objetividad, que es aspiración análoga al horizonte, por mucho que la persigamos, jamás podremos alcanzarla. Sin embargo, el esfuerzo de una reflexión crítica no debe abandonarse, pero si cuidarse de caer en el sentido común o en los dogmas de cualquier índole, en ese sentido, nos parece que un gesto obligatorio en este esfuerzo, es explicitar nuestros valores y el lugar desde el cual nos enunciamos, para comunicarnos con honestidad, y que sean ustedes, nuestros lectores, quienes juzguen en qué medida nos acercamos o alejamos de la reflexión crítica de lo social.

Nuestra apuesta por una reflexión crítica, ideológicamente situada

El Golpe de Estado 2009 detonó numerosos procesos en el país, siendo uno de los más significativos el auge de las ideas de izquierda en Honduras. Esto condujo a la consolidación de proyectos que asumen abiertamente los ideales rojo y negro , siendo el partido LIBRE, a pesar de sus contradicciones, el ejemplo más claro de esta tendencia. Sin embargo, no somos pocos los que consideramos que estas ideas se han atorado en los discursos, hace falta que permeen la praxis pública y privada de quienes levantamos esta bandera, o si quisiéramos decirlo de forma más elocuente, nos hace falta una ética revolucionaria.

En nuestra búsqueda de esa ética revolucionaria, asumimos la tarea de profundizar las ideas presentes en los discursos de quienes asumen la contienda electoral, la administración pública, y la batalla en los medios de comunicación. Estamos dispuestos, incluso a cuestionar, si encontramos suficiente evidencia que nos alerte que podríamos estar caminando por la senda equivocada. La denuncia de los sistemas de opresión, patriarcado, capitalismo, racismo no es una tarea que abandonamos, pero nos interesa también examinar nuestras propias prácticas y discurso, es decir, el proyecto político de la izquierda. Estamos convencidos qué, sin autocrítica el fracaso es nuestra condena, y en el peor de los casos, podríamos convertirnos en lo que alguna vez denunciamos y juramos vencer.

Sobre nuestro valores e intenciones, por el momento hemos dicho suficiente, ahora queremos invitarles no sólo a leernos, también a participar de este espacio. Si al igual que nosotros, desean tomar distancia del panfletarismo de los medios de comunicación y las redes sociales, e incursionar en una discusión más profunda sobre los problemas de nuestro país y nuestro tiempo, les invitamos a escribir. Dejamos a su disposición este espacio, como una ventana que ilumine sus voces, y juntos, construyamos visiones alternativas de la realidad.

En cuanto a nuestra línea editorial, no la tenemos, en su lugar preferimos establecer los siguientes principios:

1.-  Posicionamiento ideológico

Escribir en este espacio, implica reconocerse como una persona de izquierda, en cualquiera de las manifestaciones de su amplio espectro. Seguro, hay muchas personas con otras afinidades políticas que tienen mucho que decir y aportar en la discusión, sin embargo, creemos que hay otros espacios en los cuales sus ideas pueden ser expresadas con mayor armonía. Columna Izquierda, está reservado para los zurdos, a quienes generalmente los diarios y revistas han cerrado las puertas, o han publicado sus trabajos con el costo de cercenar sus inclinaciones ideológicas.

2.- Reflexión crítica

Para este espacio, reconocerse de izquierda es necesario, pero no suficiente. Se requiere también una actitud crítica, pero sobre todo autocrítica. En ese sentido, se reconoce el valor de los disensos y las opiniones alternativas, no obstante, animamos a no confundir la una actitud crítica con los prejuicios y nociones de sentido común, qué en muchas ocasiones enmascaramos como espíritu crítico o libre pensamiento.

3.- Coherencia política

Es sano disentir, incluso la frustración es inevitable, pero su adecuada gestión nos permite la reinvención y renovación del compromiso con nuestro proyecto político. Aquí reside nuestro tercer principio, la coherencia política, la auto crítica debe ser una herramienta que garantice vigencia, vanguardia y éxito, pero en ningún caso debe convertirse en un vehículo que nos aleje de los valores e ideales que hemos abrazado, y menos, un repertorio de argumentos que se presten al juego de la derecha y los defensores del status quo.

Les invitamos a que nos acompañen en este proyecto, como lectores o colaboradores, para que juntos aportemos a los esfuerzos de reflexión política en nuestro país. Esta es nuestra lectura sobre la realidad, así la hemos construido y así se las hemos narrado, hoy miércoles 19 de febrero de 2025.